
“He actuado en los Grammy, los VMA… Mi perfil en Estados Unidos es el de una especie de gran cantante. Y me encanta”, ha afirmado. “Quiero estar ahí junto a las Celine Dions, las Whitneys, las Beyoncé y Arethas. Trabajo duro porque espero y deseo que algún día la gente mire atrás y diga ‘Realmente podía cantar, sabes’”.
Quizá esa sea la visión que Jessie tenga de sí misma en Estados Unidos, pero con las cifras sobre la mesa no parece que allí le vaya mejor que en Reino Unido. Todos sus discos han recibido certificación en las islas británicas, algo que no ha sucedido en el país americano. De hecho, Alive ni llegó a publicarse en Estados Unidos. Y sus singles suelen funcionar mejor en la lista británica que en la estadounidense, donde sí es cierto que cuenta con tres hits importantes como Price Tag, Domino y Bang Bang, aunque en este último la ayudaron Ariana Grande y Nicki Minaj.
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