Taylor Swift sabía muy
bien lo que se hacía cuando montó una superproducción llena de celebrities como
vídeo para Bad Blood. ¿El resultado? El vídeo más visto en Vevo durante sus
primeras 24 horas. Con 20,1 millones de visionados, ha superado el récord del Anaconda de Nicki Minaj, que logró 19,6 millones de reproducciones en su primer
día.
La estrategia de Taylor
para el single ha sido de lo más inteligente. De momento, la canción está en el
número 53 del Billboard Hot 100, pero se espera que la semana que viene suba a
los primeros puestos. Además de los puntos que sumará por las reproducciones del
vídeo, el remix con Kendrick Lamar se ha asentado en el número 1 del iTunes
estadounidense. Sin duda, ha reavivado el interés por un cuarto sencillo que,
de otra forma, probablemente habría pasado más desapercibido.
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