Jessie J quiere abarcar demasiado en ‘Alive’

Segundo disco y continuamos sin saber qué rumbo sigue Jessie J. Lo mismo sucedía con Who You Are, pero era un debut, así que se podía aceptar que la cantante todavía no tuviera claro qué dirección tomar. Han pasado ya dos años y todavía tiene problemas para centrarse a la hora de dar forma a un disco, lo que la ha llevado de nuevo a tocar varios palos en Alive. Lo malo es que lo hace con menos gracia que en su primer álbum.

A pesar de las posibilidades que le ofrece su voz, Jessie acaba prestándose a producciones genéricas, como se ve en el impersonal segundo single It’s My Party. Este cruce entre un tema de P!nk y Domino tiene un estribillo caótico que lo hace olvidable. Tampoco ayuda el descontrol vocal reinante en toda la canción. Las reminiscencias a Domino –incluso se recuperan los “Uh uh”- se repiten en Sexy Lady, de la factoría Dr. Luke. Pegadiza, divertida y casi más asociable a Katy Perry que a ella. Más calmada, aunque manteniéndose en ese terreno, es Gold, un simple corte de álbum.

Pero esta es solo una de las caras de Jessie. Sus incursiones en un sonido urban suelen ser muy acertadas, como demuestran las estupendas Excuse My Rude y Wild. Incluso parece que es algo que le interesa. O eso nos hizo pensar también con Do It Like A Dude. Sin embargo, al final siempre acaba dejándolo de lado para abarcar lo máximo posible.

El punto R&B lo pone el dueto con Brandy, Conquer The World, un buen tema para levantar el ánimo; y la balada Square One, sencilla pero efectiva. Eso sí, chirría la voz masculina distorsionada que le da la réplica.

Lo de tener canciones para todos ha llevado a Jessie a hacerse con un tema de saldo de Sia, concesión casi obligatoria en los últimos discos pop. Suya es Breathe, que suena mucho a la australiana, aunque sea en su versión menos inspirada. O quizá el problema sea la producción de Stargate, que no se decide entre la balada más típica y la electrónica, quedándose en tierra de nadie. Precisamente ahí es donde se encuentran Harder We Fall, en la que Mumford & Sons y fun. pasan por el filtro de Jessie J; y I Miss Her, con un sonido demasiado clásico y elegante respecto a lo que lo rodea.

Entre tanta variedad, hay algunos experimentos que se saldan con notables resultados, como el pop-R&B ochentero de Daydreamin o la atmosférica Thunder, sencillamente uno de los momentos álgidos del álbum.

Otra vez parece que Jessie J se ha apresurado para lanzar su disco y ha recopilado varias canciones sin ton ni son con las que sonar una temporada en las radios. Alive da bandazos sin ningún miramiento entre el pop guitarrero y las canciones de corte hip hop. La británica quiere abarcar demasiado para contentar a todos los públicos, lo que empieza a jugar en su contra. Pero más grave aún es que Alive, a diferencia de su debut, no cuente con canciones con tanto gancho como sus primeros singles.

Nota: 5,7
Destacamos: Thunder, Sexy Lady, Wild

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