Puede que Warrior esté muerto en las
listas, pero Ke$ha sigue dando titulares llamativos. En una reciente entrevista
con Heat, ha revelado que nació con una cola trasera. “Era una pequeña cola, de
un cuarto de pulgada”, ha explicado. “Pero me la cortaron y me la robaron. Eso
fue cuando era pequeña. Es una historia que me entristece”.
La anécdota podría ser cierta. Los
embriones humanos tienen una cola que mide cerca de una sexta parte de su tamaño. Al convertirse en un feto, la cola es absorbida por el cuerpo en
crecimiento. De esta forma, Ke$ha sería uno de los extraños casos
en los que un bebé nace con una cola que no ha sido absorbida.
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