El nuevo single de Miley Cyrus, We Can’t
Stop, llegó cargado de polémica por cierta frase. Antes del estribillo, la
artista canta “dancing with Miley”, aunque lo hace de un modo ambiguo para que
también se pueda entender “dancing with Molly”. Molly es el término coloquial
con el que los estadounidenses se refieren al MDMA o éxtasis. En un principio,
Miley lo negó diciendo que su acento daba lugar a la confusión.
Sin embargo, ahora ha reconocido que en la canción habla del éxtasis, pero ha jugado
al despiste con la pronunciación para poder sonar en las radios sin problemas. “Depende
de quién me pregunte”, ha explicado Miley en el Daily Mail cuando le han
preguntado qué dice. “Si tienes diez años, te diré que canto ‘Miley’. Y si
sabes de lo que hablo, pues ya lo sabes. Quería sonar en la radio y ya habían
editado demasiado el tema”. Y para zanjar el asunto, ha afirmado: “No creo que
a la gente le cueste entender que he crecido. Puedes buscarme en Google y ya
sabes en qué ando, sabes lo que dice la letra”.
No es la única referencia a las drogas
que incluye We Can’t Stop. En otro momento, Miley canta “Everyone in line in
the bathroom, trying to get a line in the bathroom”, hablando así de conseguir
una raya en el baño. Drogas aparte, lo cierto es que el tema ya es un éxito en
Estados Unidos, donde ha llegado al número 3 de Billboard.
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