El productor de The X Factor, Simon Cowell, no está teniendo demasiada suerte a la hora de encontrar un jurado para su concurso que pueda desbancar a The Voice, con Christina Aguilera y Adam Levine. Primero, Nicole Scherzinger le da calabazas, luego Beyoncé pasa de él y, ahora que parecía que tenía convencida a la mismísima Britney…las negociaciones se van al traste y se queda sin nadie. Claro, es que a Britney eso de cobrar diez millones de dólares al año le parecía calderilla. Ahora, al pobre Simon Cowell ya no le quedan segundos platos mejores que Rihanna, por ello va a intentar convencer a la de Barbados por activa y por pasiva. Pobrecito, ninguna diva del pop quiere echarle un cable para que reflote su negocio. Ahora, que le está bien empleado por ir de elitista por la vida y haberle pegado la patada, en su día, a Paula Adbdul y a la antes integrante de las Pussycat Dolls.
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