La cantante se ha comprado una pedazo de mansión rural en la campiña inglesa; con sus tropecientos cuartos de baño, piscina olímpica, diez habitaciones y 25 acres. Pero ahora la chica dice que la mansión está encantada y se niega a pasar allí una noche sola. ¿Solución? Se ha llevado con ella a su chofer y a su guardaespaldas para que la defiendan de todos los males que puedan habitar en la casa. Ya hay que ser poco caritativa como para no mirar por la integridad de tu guardaespaldas y tu chofer cuando ha sido idea tuya comprar un castillo encantado. A lo que íbamos: ¿no os parece un poco cutre como escudo antifantasmas? Adele, chica, que ya que te has gastado 11 millones de libras en un castillo que ahora resulta que está encantado, al menos, invierte en unos buenos cazafantasmas que te la dejen limpita y sin esas presencias que tanto te incomodan. Será por falta de espiritistas y de “expertos en ciencias ocultas” que le puedan quitar el problema a la chiquilla…o sacarle el dinero, quién sabe. El caso es que por falta de dinero no será.
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