Lady Gaga se ha quedado sin asistente personal que le haga los recados que ella, personalmente, no puede hacer. Su última asistente, Jennifer O’Neill, acabó de ella hasta el gorro y declaró que sus últimos 13 meses con la Gaga habían sido una pesadilla. O’Neill acabó dejando su trabajo, según ella, harta de complacer los deseos, caprichos y antojos de la artista. Pero esto no acaba aquí, O’Neill ha demandado a la Gaga unos 290.000 euros por más de 7.100 horas extras que no le han sido pagadas. Según O’Neill, la Gaga es una explotadora de lo más dependiente y que no es capaz de hacerse las cosas por sí misma, ¡Ni si quiera de coger una toalla al salir de la ducha! La pobre O’Neill se sentía esclavizada día y noche a las peticiones de Lady Gaga. Tanto es así que confiesa no haber tenido horas para comer y haberse visto obligada a dormir con ella por el miedo que la artista tiene a la oscuridad. Vamos, que en este caso, el papel de Meryl Streep le viene que ni pintado a Lady Gaga y el de la joven Anne Hathaway a Jennifer O’Neill en El Diablo Viste de Prada.
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Pero bueno, ¿y quééé?
ResponderEliminarEs Lady Gaga, for God, es Lady Gaga!
Jesucristo también tuvo sus esclavos que escribieron su vida en la Biblia, y Ana Rosa Quintana tiene sus esclavos escribiéndole guiones, libros, revistas y retocando sus fotografías con Photoshop y nadie se queja. Pero claro, ahora hablamos de Gaga.
El mundo es muy injusto!!
La O'Neill esta que se queje menos y trabaje más, quién sabe si Gaga necesitaba retocarse una uña mientras la tía esta hacía esas declaraciones. Es una impresentable... Es peor que Judas-Judas-ah-ah!