
Según TMZ, las jóvenes dejaban cartas en el buzón de la cantante advirtiéndole de que se iban a suicidar y amenazándola a ella misma. Por ello, Lana cambió de casa, aunque las dos fans dieron enseguida con su nuevo domicilio, donde acamparon y pasaron noches gritando su nombre.
Ante esta situación, y por miedo a lo que pudiera suceder, la artista ha contratado a un guardaespaldas a tiempo completo y ha obtenido una orden de alejamiento de un juez que prohíbe a las dos fans rusas acercarse a Lana a menos de un quilómetro.
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