‘Communion’: Years & Years debutan con un buen disco pop fruto de su tiempo

El debut de Years & Years no puede haber tenido una campaña de lanzamiento mejor. Ganadores del prestigioso BBC Sound of 2015 –y, por tanto, con la poderosa BBC dándoles todo su apoyo- y precedido de un hit como King y otro que va camino de serlo como Shine, Communion puede convertirse en uno de los discos del verano. Pero antes de llegar aquí, el grupo liderado por el también actor Olly Alexander había ido lanzando temas con los que había conquistado internet. La pregunta era clara: ¿estaría el primer álbum de Years & Years a la altura de las expectativas? Podemos decir que sí, aunque con algunos peros.
Communion es ante todo un disco pensado para divertirse y bailar a pesar de que, si profundizamos en las canciones, encontramos un punto de drama y reflexiones sobre el amor y el desamor. Foundation supone un falso arranque para el álbum, ya que su sonido oscuro y con un punto chill-out poco tiene que ver con lo que viene a continuación. El verdadero punto de partida es Real, mucho más enérgica. Porque lo que aquí priman son los temas eufóricos que, desde una vertiente pop, incorporan elementos del R&B y del dance en la línea de lo que se cuece en Reino Unido. Las mejores muestras son Shine, con una producción impecable, o la irresistible King, una de las canciones del año. Normal que hayan sido singles. La misma suerte deberían correr Worship o la pegadiza Desire, que pasó injustamente desapercibida en su momento. Más diferente resulta Take Shelter, donde han acertado al jugar con sonidos tropicales.
El problema de Communion es que lo mejor ya lo hemos escuchado antes de editarse. Las canciones realmente nuevas no suponen ninguna sorpresa y palidecen en comparación con los sencillos lanzados, a excepción de Ties. Border da muestras de una falta de ideas. Y Gold, al pasar la mitad del tracklist, suena a refrito de la primera parte pero con un pequeño punto de épica. Aun así, suena mejor de lo que podría parecer y quizá en los conciertos les funcione bien.
Las baladas se convierten en algo innecesario al no contar con nada especial ni interesante. Eyes Shut debería haberse quedado como la cara B de Real que fue en su momento y Without nos hace sufrir porque Olly no alcance las notas agudas del estribillo. La conocida Memo es más pasable como lo que es: un cierre del álbum.
Years & Years debutan con un disco pop muy efectivo y que cumple sus objetivos con creces. No inventan nada pero han sabido sacarle provecho a la escena electrónica británica de la que beben. Communion contiene varios números capaces de levantar una pista de baile, como probablemente harán durante el resto del año.

Nota: 7,5
Destacamos: Shine, Worship, King, Desire
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