Parece que Ariana Grande ya puede poner
fin a su pesadilla con los donuts. El dueño del establecimiento donde chupó pastelitos no va a presentar cargos contra ella y su novio bailarín Ricky
Álvarez. Y es que, aunque ella se tomara el suceso como una gamberrada, la
policía podría haberla acusado de un delito contra la salud pública, ya que los
donuts chupados luego se vendieron a otros clientes por desconocimiento de lo
ocurrido.
El dueño, pues, acepta las poco convincentes disculpas que Ariana pidió en dos ocasiones. Ahora, veremos si toda
esta mala prensa sigue rodeando a la artista o si finalmente se olvida todo.
- Comentarios de Blogger
- Comentarios de Facebook
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios:
Publicar un comentario