El revival del folk de
los últimos años ha tenido unos claros abanderados: Mumford & Sons. El
grupo conseguía ventas millonarias con sus dos primeros discos a la vez que
llenaba estadios. Con una fórmula de éxito tan marcada, la sorpresa fue
mayúscula cuando anunciaron que abandonaban los banjos, los acordeones y las
guitarras acústicas en su tercer disco. En su lugar, en Wilder Mind han optado
por un rock eléctrico bajo la producción de James Ford (Arctic Monkeys,
Florence + The Machine).
El cambio es efectivamente contundente.
No serían pocos –nosotros incluidos- los que se quedaron desconcertados tras el
estreno de Believe. El arranque intimista y esa segunda mitad más rockera hacía pensar que la banda había decidido seguir los
pasos de Coldplay. Y así es, lo que no significa que sea algo malo. Por si
había dudas, el inicio del disco con Tompkins Square Park y esas guitarras que
recuerdan a la banda de Chris Martin anuncia lo que está por venir.
Como Believe, son varias las canciones
que van de menos a más. Only Love o Snake Eyes se van construyendo poco a poco
hasta llegar a unos finales en los que demuestran que también les gustan las
guitarras eléctricas. Más directas son la intensa The Wolf, muy efectiva a
pesar de lo previsible, o Just Smoke, con un estribillo con dejes de himno
perfecto para la temporada de festivales.
La banda no ha perdido la
inmediatez y la energía de anteriores temas. La potente Ditmas funcionará muy
bien en los directos y Broad-Shouldered Beasts combina un estribillo animado con
unas estrofas en las que parece que Marcus tan solo está conversando con alguien.
Y para los momentos más
calmados, están Monster, la envolvente Hot Gates o la acústica Cold Arms, un
momento de lucimiento en solitario de Marcus en el que canta sobre la traición
dentro de una pareja. Es una de las tantas reflexiones sobre el amor y sus
diversas etapas –desde el compromiso a la ruptura- que hay en el
álbum.
Wilder Mind supone un
cambio importante en la carrera de Mumford & Sons y una oportunidad para
iniciar una nueva etapa. El álbum está hecho con gusto y no hay nada en él que
chirríe. Sin embargo, se echa en falta ese toque que lo diferencie de otros
trabajos de bandas que ya se mueven en el terreno en el que ellos se han
adentrado ahora.
Nota: 7
Destacamos: The Wolf, Just Smoke, Snake Eyes
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