Empezamos a escuchar el
nombre de Charli XCX en 2013 cuando el ya clásico I Love It de Icona Pop, del
que ella es co-autora, se acabó convirtiendo en un éxito mundial. Fue entonces
cuando la británica publicó su debut, True Romance, un excelente disco
synth-pop que la crítica acogió con los brazos abiertos mientras el público le
daba la espalda. Pero en 2014, la situación cambió. Charli XCX co-escribía y
cantaba en Fancy de Iggy Azalea, uno de los hits del año, y se apuntaba un
éxito en solitario con Boom Clap, incluida en la banda sonora de Bajo la misma
estrella. La artista tenía preparado el camino para su segundo álbum, Sucker,
que a pesar de todo no parece que vaya a funcionar en ventas. Con este nuevo
trabajo, la cantante ha dado un giro radical a su sonido. En lugar de volver a
los sintetizadores de su debut, aquí ha dado protagonismo a las guitarras. Y es
que estamos ante un disco de inspiración punk por mucho que no pierda de vista
el pop.
Charli presenta canciones
cortas, contundentes y llenas de energía. Sirve como ejemplo ese potente inicio
del álbum cargado de rabia y con unos grandiosos y pegadizos “Fuck you, sucker!” que se repiten. O Breaking Up, que en tan solo
dos minutos se hace tan irresistible que resulta imposible no corearla mientras
Charli humilla a su ex, al que le suelta perlas como que odia a su familia y
amigos, que no soporta su perfume barato o que su tatuaje es feo. Bebe del girl
power, algo que impregna todo el disco. Desde la inmediata Body Of My Own, en
la que reivindica el darse placer a sí misma, hasta Need Ur Luv, que pone el
punto final al trabajo homenajeando a los grupos de chicas de los 60.
En Sucker, Charli sigue siendo –y sigue
presentándose- como una tía guay. La divertida Break The Rules, medio dance y
medio punk, rezuma carisma por todos lados. En la alegre Famous, habla de
colarse en fiestas como si fuera alguien muy famoso y te la crees. Y en Gold
Coins, fantasea sobre la vida de una celebridad rica al ritmo de una guitarra
punk mezclada con los soniditos típicos de un videojuego ochentero. Quizá sea eso
lo que busca en Estados Unidos, donde ahora vive tal y como cuenta en London Queen.
Pero más allá de que ahora le haya dado
por el punk, este disco sirve para confirmar que Charli tiene una gran
habilidad para construir estribillos y melodías memorables. Es difícil no
tararear Boom Clap, sencillamente una de la mejores canciones de 2014. Tampoco
se puede escapar de la excelente Doing It, un calmado y elegante tema con ecos
de Haim, con quienes comparte productor aquí (Ariel Rechtshaid). Incluso levanta la balada Caught In The Middle, que no
parece gran cosa hasta que la salva con un buen estribillo.
Sucker es el disco
pop-punk y girl power de Charli XCX. Puede que no tenga nada que ver con su
debut, pero tampoco se puede decir que no suene a ella. Su personalidad asoma
por todas las canciones de este álbum que debería acercarla al gran público. Lo
consiga o no, deja claro que talento tiene. Veremos por dónde sale con ese
tercer disco en el que ya está trabajando. Mientras siga así, nos interesa
mucho cualquier cosa que haga.
Nota: 8,2
Destacamos: Break The Rules, Breaking Up, Boom Clap, Doing It
Me parece un album excelente, lleno de personalidad y talento.
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