¿Qué hacer cuando te
conviertes en el DJ mejor pagado del mundo y haces historia en Reino Unido con los singles de tu último disco?
Calvin Harris lo tiene claro: seguir estirando el chicle. Ante los buenos
resultados de 18 Months, el escocés ha optado por repetir fórmula en Motion,
fórmula que ya explotó bastante en su anterior álbum.
Como en 18 Months,
estamos ante una colección de canciones casi clónicas en las que hay pocas
sorpresas. Faith y Summer, ambas cantadas por Calvin, son más de lo mismo, al
igual que la genérica Under Control, donde lo único llamativo es escuchar a
Theo de Hurts en algo tan distinto a lo que suele hacer. Dollar Signs apunta
maneras, pero se estropea con esos subidones y estribillos instrumentales
reciclados, desperdiciando así la colaboración con la ascendente Tinashe. El
colmo de este tipo de copia y pega es Open Wide, un tema más pensado para los
clubs que para las radios que demuestra que Calvin trabaja con el piloto
automático puesto. Ha cogido la instrumental C.U.B.A. que compartió meses
atrás, le ha añadido a Big Sean y la ha metido en el tracklist.
A pesar de todo, hay
novedades, aunque poco acertadas. La incorporación de violines –sintetizados- a
lo Clean Bandit en Love Now es poco natural. Y Ecstasy, donde de nuevo canta
Theo de Hurts, es una balada sosa en la que parece que Calvin tan solo haya
ralentizado una de sus bases.
Entre los colaboradores
con los que mejor equipo forma el DJ en esta ocasión están John Newman, cuya voz rasgada le
sienta muy bien a la frenética Blame; y Ellie Goulding, quien tras I Need Your
Love repite en la estupenda Outside. El tema junto a Gwen Stefani, Together, es
bastante resultón aun con tantos subidones. Y Haim se ha hecho con Pray To God
hasta el punto de que parece una canción suya remezclada por Calvin. Gracias a
su alta implicación han conseguido uno de los mejores números del álbum.
En Motion también hay
lugar para cortes instrumentales con los que el DJ se aleja de su lado más pop
y se acerca a los sonidos de las pistas de baile más desenfrenadas. Desde la
oscura Slow Acid hasta la house It Was You pasando por Burnin’, todas animarían
una rave. Las podrá usar en sus sesiones, pero no terminan de encajar en un
disco plagado de colaboraciones pop.
Motion volverá a proporcionarle
varios hits a Calvin Harris. Basta con ver lo bien que sigue reaccionando el
público ante sus singles. Pero, a la vez, el disco supone el abuso de un sonido
y una fórmula sobreexplotados por el DJ, quien ha abandonado su faceta más
creativa y se ha acomodado a aquello que le ha dado más éxito.
Nota: 5,5
Destacamos: Blame, Outside, Pray To God
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