Las estimaciones de las ventas de A.K.A.
para su primera semana no son nada buenas: el disco debutaría en Billboard con
30.000 o 35.000 copias vendidas. Sin duda un mal arranque. Para haceros una
idea, Brave debutó en Estados Unidos en 2007 con unas de 52.600 copias y fue
considerado un fracaso.
A pesar de estos datos, Jennifer no ha
querido esquivar el tema y ha hablado sobre las malas cifras. En una entrevista
con la emisora estadounidense Power 105.1 FM, se ha mostrado confiada en
mejorar las ventas a la larga. “En cierto punto de tu carrera, hay una
reinvención que tiene que seguir adelante, pero estás en ella como en un
maratón. Hay singles que saldrán durante los próximos seis meses. Para mí, el
lanzamiento del disco es una celebración porque es el comienzo de alguno nuevo
y este año voy a trabajar en ello”, ha dicho.
Su desastre en ventas es similar a lo
sucedido con el Me. I Am Mariah… The Elusive Chanteuse (debutó con 58.000
copias y a las tres semanas está a punto de abandonar el top 50 de Billboard).
Jennifer también ha hablado sobre la situación de Mariah y la suya propia. “Mariah
y yo hicimos lo que los jóvenes están haciendo ahora. Ya sabes, hubo un tiempo
en el que cuando sacábamos algo iba directo al número 1 y el disco debutaba en
el número 1. Lo conseguimos dos, tres, cuatro veces. Mariah probablemente lo ha
logrado más veces que yo”, ha comentado. “Estamos en una etapa diferente de
nuestra carrera. Tenemos un estatus distinto al de los que necesitan probarse a
sí mismos y decir ‘tengo que llegar al número 1 ahora’. Nosotras no tenemos que
hacerlo. Tenemos una base de fans, años detrás de nosotras, lealtad, gente que
está interesada en nosotras y eso es una bendición”.
Veremos si tanto Jennifer como Mariah consiguen mejorar las ventas de sus discos, porque lo tienen realmente difícil. Sus fans comprarán los álbumes en las primeras semanas que están a la venta. Pero, después, les toca convencer a los no fans. Ahí empieza el reto.
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