Kylie Minogue dejaba de trabajar el año
pasado con su manager de toda la vida y firmaba con Roc Nation, la empresa de
Jay-Z, para que se encargara de su management. Parecía la excusa perfecta para
una reinvención e incluso un nuevo intento por conquistar Estados Unidos. Pero no ha
sido así. Tras 25 años en la música, la australiana ha pasado de grandes
experimentos y ha decidido seguir con lo suyo en Kiss Me Once. Como es
habitual, ha reunido algunos nombres conocidos del pop para ofrecer una serie de canciones bailables y disfrutables a partes iguales.
El primer single, Into The Blue, ya
avanzaba que Kylie no se saldría mucho del sonido de sus últimos trabajos. La
cantante volvía con un electropop elegante y sin estridencias que culmina en un
estribillo eufórico y a la vez un poco melancólico. Más o menos así suena Kiss
Me Once, el corte compuesto por la omnipresente Sia, o Million Miles, el número
dance que cabría esperar de Kylie y que parece el sucesor natural de Get Outta
My Way.
A pesar de una ruptura
amorosa que podría haber dado de sí en la creación de este Kiss Me Once, la
cantante no pierde de vista la diversión. Sexy Love, con un punto funky, es pop
pegadizo y sin complicaciones que resulta de lo más instantáneo. Como Les Sex:
juguetona y a ratos un sinsentido, lo que no hace más que sumarle encanto a
este tema dance de inspiración ochentera en el que Kylie se reivindica a sí
misma. En I Was Gonna Cancel, obra de Pharrell, tira más por el camino del
disco, al que se suman unas campanitas y algo del Random Access
Memories de Daft Punk.
Kylie se muestra un poco
distinta en Feels So Good –un remake de Indiana de Tom Aspaul-, donde elige una
electrónica relajada con una melodía que poco a poco se revela como una de las
más interesantes del álbum. Casi se acerca a la balada como en If Only,
co-escrita por Ariel Rechtshaid (Haim, Sky Ferreira). En ella pasan muchas
cosas a la vez, dando la sensación de estar sobreproducida, pero en
conjunto funciona muy bien.
Las ganas de hacer algo
distinto no siempre se saldan con buenos resultados, tanto que la inclusión de
dos temas es hasta sorprendente. Por un lado está Sexercize, el momento dubstep
del álbum. No solo suena anticuado, sino que es una canción plana y aburrida.
Y, por otro, Beautiful, el dueto con Enrique Iglesias, con quien Kylie tendría
alguna deuda. De lo contrario, no se entiende que haya metido esta balada
cargada con un vocoder molesto y cuya escucha del tirón se hace difícil. Por
suerte, se redime de este despropósito con Fine, una canción positiva con
toques house que pone el punto final.
En Kiss Me Once no hay riesgos
ni intentos por desmarcarse de nada, sino que funciona como una colección de
canciones pop que solo pretenden hacernos pasar un buen rato, lo que tampoco es
fácil. Pero Kylie lo ha conseguido. Dadas sus intenciones con este trabajo, se
puede dar por satisfecha.
Nota: 6,5
Destacamos: I Was Gonna Cancel, Feels So Good, Les Sex
He escuchado el disco y es de 10, temas adictivos, viva el pop y vive el pop gracias a Kylie, ha vuelto la maestra
ResponderEliminarCada vez que lo escucho acabo recordando lo maravilloso que era Fever y lo originales que fueron Bady language y Kylie X.
ResponderEliminar