Lily Allen ha dado mucho de qué hablar
con su inesperado regreso, Hard Out Here. El vídeo, una crítica a la situación
de la mujer en el panorama pop, ha generado todo tipo de comentarios, tanto
positivos como negativos. En una charla con The Observer, la cantante ha
hablado sobre el single, el clip y la inspiración que hay detrás de él.
Lily ha confesado que, como se ve en el
vídeo, había pedido fecha para hacerse una liposucción después de tener a su primera
hija. “Nadie es inmune a la presión de verse delgado”, ha admitido. Sin
embargo, se volvió a quedar embarazada y no se operó. Pero la prensa, especialmente
el Daily Mail, seguía hablando sobre su cambio de peso a pesar de que ella
había reconocido su bulimia.
Otra de las críticas de Hard Out Here va
dirigida a la actual industria musical, dominada por hombres. “Siempre me han
llamado bocazas cuando, de hecho, solo estoy hablando”, ha contado. “En la
industria musical, las mujeres siempre han sido controladas por hombres que les
dicen que se comporten como Kate Moss. Cállate o se reirán de ti. Básicamente
nos han hablado así durante años”.
Sobre el papel de la mujer, se ha
alegrado de que haya más cantantes femeninas que antes, aunque no conecta con
todas ellas. “Nadie dice nada real hoy en día. Muchas de esas chicas tienen
canciones escritas por otras personas. Me molesta porque ‘eh oh eh oh ahh’ no
es un estribillo. No hay nada en lo que sienta que ‘estamos conectando’,
¿sabes?”, ha comentado sin dar nombres.
Por otro lado, Lily se ha defendido en
Twitter de los comentarios que la han tachado de racista al usar tantas bailarinas negras en Hard Out Here. La cantante ha dicho que ese no era el
mensaje del vídeo y que no pidió gente de una determinada etnia,
sino que simplemente eligió a las mejores que se presentaron al casting.

0 comentarios:
Publicar un comentario