Continúan las peripecias
de Justin Bieber por Sudamérica. Después de recibir un botellazo en pleno
concierto, ahora la policía brasileña busca al cantante por pintar un grafiti
en una pared de Rio, como demuestran las fotos que han llegado a la prensa. Se trata de una
actividad ilegal por la que Justin podría enfrentarse a un año de prisión o a
una multa. En su defensa, fuentes cercanas al canadiense han contado que varios ciudadanos
locales le animaron a pintar y que él desconocía las leyes del país.
No es la primera vez que
a Justin le da por hacer grafitis. Días antes había pintado uno en Colombia,
aunque se dice que en este caso podría haber obtenido un permiso especial con
el que burlar el código de la policía.
Esta no es la única
anécdota que el artista ha dejado en Brasil. Hace unos días los fotógrafos lo pillaron
saliendo de un prostíbulo. Por mucho que se tapara con una sábana, fue
reconocido. Las imágenes ya circulan por internet.
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