Galardonado con el premio de la crítica de los Brits en la última edición,
Tom Odell se postulaba a principios de 2013 como candidato a tener uno de los debuts
más vendidos este año en Reino Unido. Sin embargo, de momento no le ha sacado
tanto provecho a la mención como en su día hicieron Adele, Jessie J o Emeli
Sandé. Solo uno de sus singles ha pisado el top 10 y Long Way Down se ha publicado tras un importante
retraso. Pero su propuesta es de esas que poco a poco puede encandilar al
público.
Tom ofrece un disco breve –la edición normal dura poco más de 30 minutos-
en el que las melodías a piano y las letras sobre el amor y el desamor son
protagonistas. Conoce la teoría y la aplica bien, tanto que a veces se queda en
una corrección académica que echa para atrás. Sirven como ejemplo I Know, con
un sonido cercano a los primeros Keane; Supposed To Be; o Sense, donde ni
siquiera la pose de un Chris Martin intimista la hace especial.
Tom está curtido en el directo, habiéndose recorrido durante años los bares
de varias ciudades hasta ser descubierto. Eso se nota en canciones como Till I
Lost o Sirens, dotadas de un clímax final listo para ser coreado, ya sea en
pequeñas salas o en grandes estadios. La delicada y tierna Grow Old With Me incluso
parece sacada de alguna actuación.
Los temas previos al lanzamiento del disco son aquellos en los que Tom
cambia, aunque sea ligeramente, de registro. No obtiene buenos resultados en el
caso de Hold Me, demasiado excesiva y eufórica. Todo lo contrario sucede con
Another Love, su excelente carta de presentación y lo mejor del álbum. Ha dotado
de angustia esta atmosférica canción en la que realmente consigue transmitir el
sentimiento que la invade. Y Can’t Pretend muestra de lo que es capaz este
artista. Empieza como una cálida balada y va in crescendo hasta llegar a un
final que derrocha energía.
Long Way
Down es un debut correcto en el que Tom opta por la sencillez y por un sonido
orgánico. Aunque las canciones están bien ejecutadas, se echa de menos algo de
riesgo y más intentos por salirse de la inocua balada a piano en la que a veces
se recrea. Ya ha demostrado que controla ese terreno, así que la próxima vez
tendrá que mostrar qué más sabe hacer.
Nota: 6
Destacamos: Grow Old With Me, Another Love, Can’t Pretend
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