Joss Stone ya respira tranquila. Uno de los hombres que la
intentó asesinar en 2011 ha sido condenado a cadena perpetua. Kevin Liverpool,
de 35 años, tendrá que pasar como mínimo 10 años y ocho meses en la cárcel
antes de poder optar a la revisión de la sentencia. Su cómplice, Junior
Bradshaw, también ha sido declarado culpable, pero su sentencia llegará en otra
fecha aún por determinar, a la espera de informes psiquiátricos.
Los dos hombres se desplazaron en junio de 2011 a la residencia de Joss
Stone en Devon, Reino Unido. Cargados con armas, entre ellas una espada
samurái, y con apuntes sobre su plan, querían robar a la cantante, decapitarla
y tirarla al río debido a sus buenas relaciones con la familia real británica
(Joss es amiga del príncipe William). Afortunadamente, la policía los detuvo
después de que un grupo de habitantes de la zona los denunciara por su actitud
sospechosa.
“Siento alivio porque haya acabado el juicio y estos hombres no estén ya en
posición de hacer daño a nadie”, ha dicho Joss en un comunicado al conocer la
sentencia.
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