Justin
Bieber ofreció ayer uno de los conciertos más importantes de su gira: actuó en
el O2 Arena de Londres. Sin embargo, no le fue tan bien como esperaba. El
canadiense cantó frente a un público más reducido del previsto inicialmente y,
además, fue abucheado. ¿El motivo? Llegó dos horas tarde.
El
espectáculo debía empezar a las 20:30 horas, pero Justin no apareció en el
escenario hasta las 22:20. Esto le dejaba apenas 40 minutos de concierto antes
de que el O2 cerrara en cumplimiento de su horario habitual. Aun así, Justin se quedó
hasta las doce.
El
problema de todo esto es que los últimos metros de Londres circulan a
medianoche, lo que dificultaba la vuelta de muchas de sus seguidoras. Y peor aún, sus fans son
adolescentes, por lo que muchas tuvieron que volver a sus casas por ser
demasiado tarde. La prensa británica recogía el drama haciéndose eco de las
jóvenes que se veían llorando en la salida del recinto y en el metro sin haber
visto a su ídolo. No son pocas las críticas que ha recibido Justin. La
organización pidió disculpas por lo sucedido.
Él, aunque más tarde, también pidió perdón por el retraso excusándose en “problemas técnicos”. “La última noche, después de tres inauguraciones, me dijeron que subiría al escenario a las 9:35, no a las 8:30, pero por problemas técnicos subí a las 10:10, así que llegué 40 minutos tarde”, ha escrito en Twitter. “No hay excusa para eso y pido perdón”.
Él, aunque más tarde, también pidió perdón por el retraso excusándose en “problemas técnicos”. “La última noche, después de tres inauguraciones, me dijeron que subiría al escenario a las 9:35, no a las 8:30, pero por problemas técnicos subí a las 10:10, así que llegué 40 minutos tarde”, ha escrito en Twitter. “No hay excusa para eso y pido perdón”.
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