Por fin llegó el día que Beyoncé esperaba desde hacía meses.
El intermedio de la Super Bowl le permitió ofrecer un mini concierto de 13
minutos para millones y millones de personas. La cantante optó por hacer un
popurrí de varios hits en un espectáculo en el que ella fue la absoluta
protagonista por encima de cualquier efecto visual. Cantó en directo, bailó
mucho y derrochó una gran energía en el escenario.
Sonaron Love On Top, aunque brevemente;
Crazy In Love; se acordó de End Of Time, que no llegó a ser single por mucho
que lo mereciera; y Baby Boy, donde tiró de efectos visuales que animaran el
escenario. Además, finalmente sí aparecieron Kelly Rowland y Michelle Williams
para interpretar un mix de Bootylicious e Independent Women (Part 2). Luego cantaron
Single Ladies con ella, además de bailar su ya mítica coreografía. Pero el
final lo puso Halo. Sin duda, un gran espectáculo en el que Beyoncé demostró lo buena que
es en directo.
Entre tanto hit, la cantante prefirió no presentar su nuevo
single ni siquiera incluir Nuclear, la última inédita de las Destiny’s Child. De
hecho, no promocionó nada relacionado con su próximo disco. Eso sí, minutos después de
la actuación anunció su gira mundial, The Mrs Carter Show World Tour, que de
momento no pasará por España.

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