La nueva gira de Beyoncé está
causando furor. No solo es capaz de vender las entradas para Reino Unido en 10 minutos, sino que los fans y no fans están dispuestos a llegar a las manos por
ver a la señora de Carter en directo. El drama sucedió en Manchester. Un grupo
de seguidores pasaron la noche haciendo cola frente a las taquillas del Manchester
Arena. De repente, y sin previo aviso, las puertas se
abrieron a las 5:30, lo que provocó una verdadera estampida humana para llegar
los primeros.
No solo hubo peleas e histeria
entre fans, sino que había revendedores de entradas –gente que en palabras de
algunos de los presentes estaban bebiendo y drogándose en la cola- que llegaron
a ponerse violentos. Al final, tuvo que intervenir la policía, que abrió las
puertas de emergencia y los mandó a todos a casa.
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