Rihanna se embarcó en una promoción
de Unapologetic bastante arriesgada: el 777 tour. Se trataba de una mini gira
de 7 días durante los cuales ofrecería 7 conciertos en 7 países diferentes. Todo
acompañada por la prensa y por fans. Una idea que podía resultar una genialidad
o un desastre. Finalmente, ha sido lo último. Los periodistas y sus seguidores la han criticado por no hablar con ellos ni pasar tiempo juntos
durante los vuelos. Aun así, la cantante defiende la gira.
“Es diferente tener que hacer tu
trabajo, pero encima tener 200 invitados contigo…”, ha dicho en una entrevista
con BBC Radio 1. “Todos quieren que seas el anfitrión de la fiesta siempre que
estés en el avión, incluso después de un concierto. Pero solo tienes tiempo de
dormir hasta que llegas al siguiente país”. Rihanna ha comentado que para ella
lo primero era el trabajo. “Sabía que tenía siete países y siete conciertos y
tenía que reservar mi voz. No hice locuras. No estaba de fiesta, aunque me lo
pasé bien. Intenté involucrar a todo el mundo, pero a veces desearías ofrecer
más”.
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