A principios de semana, Justin
Bieber anunció por Twitter que le habían robado el portátil donde guardaba
material personal. La cosa fue a más y se divulgaron unas fotos en las que
supuestamente salía desnudo. Al final, todo respondía a la campaña
de promoción de su nuevo single, excepto lo de las fotos, que serían
obra de alguien con ganas de que le vieran sin ropa y se expandirían gracias a
las ganas de las fans por ver así a su ídolo.
Respecto a lo puramente musical,
Justin ha elegido Beauty And A Beat como el tercer single de Believe. La
apuesta es segura: se trata de una producción dance de Max Martin y cuenta con la
omnipresente Nicki Minaj. El clip es una especie de vídeo casero (escrito y
dirigido por Bieber, para que se vea que es polifacético) que se encontraba
dentro de ese falso material robado, como se indica al principio. El cantante
lo pasa muy bien en una fiesta en la piscina tipo adolescentes de Beverly Hills.
Nicki, en un cameo, aparece enfundada en una traje rosa bien
pomposo para adaptarse al ambiente. Ella es muy camaleónica y se adapta a lo
que toque.
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