Amy Macdonald, corrección sin más en ‘Life In A Beautiful Light’

Amy Macdonald es el tipo de cantante que, sin hacer mucho ruido, va labrándose una carrera interesante. Sus dos discos anteriores tuvieron buenas ventas, pero no ha gozado de la popularidad de otras artistas británicas contemporáneas a ella como Adele o la otra Amy (Winehouse). Parece que ha aceptado ese rol en el que sin duda se siente cómoda. Su tercer disco, Life In A Beautiful Light, así lo demuestra. La artista no se sale de su zona de confort y juega siempre sobre seguro, lo que hace que no haya sorpresas en este álbum que gustará a quienes han disfrutado con los otros y ya está.
Amy Macdonald vuelve a presentar canciones folk con un poco de rock y de pop que son correctas pero no van más allá. No se puede decir de la escocesa que no sepa construir una buena melodía y buenos estribillos. Además, sus letras siempre suenan sinceras, aunque a veces pecan de tópicas. Aun así, a veces se echa de menos algo más de riesgo. Por ello destaca especialmente The Game. Los primeros elementos electrónicos ya apuntan a algo diferente. Aunque enseguida dan paso a una melodía convencional, el potente estribillo sorprende al mostrar una interpretación distinta a lo que suele ofrecer Amy. Aquí la cantante juega con su voz para darle dramatismo al tema, algo inusual en ella. Quizá en 4th Of July hay cierto cambio, dado por unas trompetas que acaban de redondear una de las canciones más destacables del álbum. 
Aparte de estos pequeños destellos, Amy sigue con melodías que se asocian de inmediato con ella. Ahí están las folk Pride o Slow It Down, que presenta una melodía creciente y acelerada en contraste con la letra. A otras canciones se les ha querido dotar de un carácter más fuerte añadiendo guitarras un poco (muy poco) cañeras. Sirven de ejemplo The Days Of Being Young And Free o Life In A Beautiful Light, que intenta ser épica pero la producción la deja a medio camino.
Como es costumbre, Amy habla sobre temas que conoce y con los que cualquiera puede conectar. Desde las naifs The Furthest Star y Human Spirit –con esas cuerdas encantadoras- hasta otros en los que refleja la pasión por su equipo de futbol favorito (The Green And The Blue). Amy siempre se presenta tal y como es. Lo demuestra en la emotiva Left That Body Long Ago al hablar abiertamente sobre el Alzheimer de su abuela. Incluso ha tenido tiempo de reflexionar sobre las protestas de Egipto en Across The Nile.
Life In A Beautiful Light es un disco disfrutable en el momento de su escucha, pero no deja ningún recuerdo más allá porque no hay ningún momento que brille especialmente. Amy Macdonald sabe que en su sencillez reside su gran virtud. Aunque esa línea le funciona bien, debería tomar algún riesgo más. Con solo tres discos, no puede permitirse ser una cantante repetitiva sin mucho más que ofrecer.  

Nota: 6,5
Destacamos: 4th Of July, Pride, Slow It Down, The Game
COMPARTIR
    Comentarios de Blogger
    Comentarios de Facebook

0 comentarios:

Publicar un comentario