“No me gusta tomarme demasiado en serio la moda”. Con estas declaraciones nos sorprende Katy Perry después de una larga trayectoria de modelitos la mar de extravagantes y que dan muchísimo de qué hablar. Asegura que le encanta que las grandes marcas de ropa quieran asociarse con ella, pero que ella, la mayoría del tiempo solo quiere correr riesgos y divertirse. Vamos, que para ella la moda es un juego. Katy ha contado que cuando tenía nueve años, no podía permitirse llevar la ropa que llevaban otras niñas de su colegio. En esa época se iba los sábados a los mercadillos de segunda mano con su padre y allí empezó a buscar cosas que para ella fuesen únicas. Vamos que faltaba una historia de lagrimita para entender que Perry tiene más vocación para el disfraz que para otra cosa. Y, en busca de lo único, se ha acabado volviendo una hortera con el tiempo. Aunque nosotros se los agradecemos, porque si a algo se presta su look es a dar de qué hablar. Sigue así, Katy.
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