Chris Brown estaba de fiesta en un club de Miami. De pronto, ve cómo una chica no para de sacarle fotos con un móvil en mirad de la calle. ¿Qué hace? Pues lo que haría cualquier hijo de vecino, claro: arrancarle a la muchacha el móvil de las manos y robárselo al grito de : “Puta, no vas a poner esto en ninguna web”. Lo mejor de todo es que se lo quitó desde el coche, con el peligro que podría haber supuesto para la chica que solo quería unas fotillos suyas. El caso es que, por eso, Chris Brown se llevó una buena denuncia. Y no tanto por el robo del móvil, sino por el forcejeo al que sometió a la chica. Teniendo en cuenta que Brown está bajo vigilancia judicial por la agresión a Rihanna, la broma la puede salir cara, hasta el punto de ver peligrar su libertad condicional con una pena de hasta cuatro años de cárcel si se demuestra que los hechos sucedieron tal como los cuenta la agredida.
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