Evanescence sigue fuerte con su tercer disco

Evanescence se ha recompuesto después de todos los cambios que ha habido en el grupo desde su debut, Fallen, en 2003. Probablemente la marcha que más se notó fue la de Ben Moody, guitarrista de la banda y una parte muy importante en el proceso creativo de aquel primero disco. Su ausencia era clara en el siguiente álbum, The Open Door, que no mantuvo el nivel de su predecesor.
Ahora mismo, ya se puede afirmar que Amy Lee es Evanescence. Ella es el único miembro original que queda y quien dirige todo el proyecto. Además de ser la cara visible, se encarga de dar forma a las canciones. Evanescence se ha tomado cinco años para crear este álbum homónimo, un tiempo considerable. Las composiciones deben de haber sufrido bastantes cambios. Lee incluso afirmó que en él habría algo de electrónica. Por suerte, las influencias son mínimas y al final han hecho lo que mejor se les da: puro rock gótico.
Las canciones de Evanescence se pueden dividir en dos grupos: aquellas con un ritmo frenético en las que sobresalen la batería y las guitarras, y las baladas. El primer single, What You Want, es un claro exponente del primer grupo. Su batería abre el disco y la letra es toda una declaración de intenciones con frases como “Hello, remember me?/I’m everything you can’t control”, aunque solo sea aplicable para Amy Lee. Otras pistas buenas que siguen la dirección del primer sencillo son The Change, con un inicio suave que avanza hasta un estribillo épico lleno de “Oh, Oh”, y Erase This, cuyo piano y batería enganchan desde el principio. Luego está el relleno, como The Other Side, End Of Dream y Never Go Back. Pero también hay canciones que se quedan entre medias. Sick demuestra el lado más oscuro y duro de Evanescence y Oceans deja entrever algunos sonidos electrónicos. Al sintetizador inicial acompañado de la voz de Lee, se añade la banda al completo en pocos segundos.
Por otro lado, están las baladas rock. No se trata de canciones como My Immortal. Si acaso, la más parecida es Lost In Paradise, aunque no llega al mismo nivel de la que es una de las mejores composiciones del grupo. My Heart Is Broken es la que más destaca en este grupo. Está confirmada como el segundo single de Evanescence para mostrar la otra cara de las canciones del disco. Se trata de una de esas baladas desgarradoras propias de la banda en la que Lee demuestra lo emotiva que puede ser su voz. El piano es uno de los grandes aciertos de esta composición. Por último, está la recomendable Made Of Stone.
Evanescence se cierra francamente mal. Swimming Home es la canción encargada de poner el broche a la edición estándar del disco. Es una pista electro-pop que trae la calma al álbum después de los ritmos intensos de todo el álbum. Sin embargo, ni siquiera parece una composición del grupo. La edición de lujo de Evanescence incluye cuatro canciones más, que tienen razones suficientes para no haber pasado el corte y quedar fuera de la edición sencilla.
Evanescence ha valido la larga espera. Es un álbum que recuerda porque Amy Lee, al fin y al cabo el alma del grupo, es una de las mujeres más famosas del rock actual. Con este disco, Lee parece haber recuperado el cariño por la banda, como ella misma ha declarado. Hasta ahora Evanescence se estaba debilitando poco a poco, pero han vuelto con ganas y energía. Al menos, así lo demuestra este disco. 

Nota: 7,5
Destacamos: What You Want, Made Of Stone, My Heart Is Broken, Erase This         
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1 comentarios:

  1. Creo que tenéis razón cuando decís que Evanescence acusó la falta de Ben Moody. De hecho, yo misma estuve enganchadísima al primer álbum y con el segundo no llegó a haber esa "conexión". Igualmente, creo que Evanescence ha tenido bastantes problemas dentro de la banda
    lidiando con determinados egos...

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