The Baseballs, de visita

Las salas La Riviera, en Madrid, y Razzmatazz, en Barcelona, acogieron el pasado jueves y viernes, respectivamente, la actuación del trío alemán The Baseballs. Sus componentes, Sam, Basti y Digger deleitaron a un público sediento de buena música en clave de blues, doo wop, rockabilly y otros géneros derivados del Rock’n’Roll de los años 50. En todo momento, el grupo hizo gala de una manera muy particular de bailar, una voz portentosa, habilidad para manejar todos los instrumentos y una simpatía privilegiada. Lejos de los tópicos que se suelen tener acerca de los alemanes, los chicos mostraron su cara más divertida y seductora a un público entregado y muy participativo hasta el punto de constituir un elemento más del show. Uno de los momentazos del espectáculo: cuando intercambian papeles con sus músicos. Sam, Basti y Digger al mando de los instrumentos y los músicos en posesión de los micrófonos.

Hay grupos o solistas cuyo directo empeora respecto de su álbum enlatado. Este no es el caso de The Baseballs. En concierto, la banda suena mucho mejor. Solo es preciso asistir a uno de sus conciertos para comprobarlo. Esto también demuestra que los arreglos de estudio son mínimos, casi imperceptibles. En la presentación en directo de su último trabajo Strings & Stripes, no podían faltar temas como Hello o Paparazzi, así como sus clásicos Chasing Cars o el tema que les llevó a las listas de los top ten, Umbrella.  Con un aforo completo en su actuación en ambas salas, el público luchaba por marcarse unos pasos de baile al ritmo de una música que obligaba a mover los pies.

Desde sus inicios, la banda The Baseballs ha versionado, con mucho éxito, hits del pop actual al estilo años 50. Su estética de tupés interminables, pantalones ajustados y chaquetas de jugador de beisbol, así como sus voces en homenaje a Elvis y un sonido de pianola inconfundible han reinstaurado una moda que ya parecía olvidada. Las elaboradas versiones que llevan a cabo The Baseballs llegan a dejar a la altura del betún a las canciones originales que versionan. Los fans lo saben y por ello la banda gana, día a día, más adeptos. De modo que solo queda desear larga vida al Rock’n’Roll.

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