Ya se conocen las causas de la muerte de Amy Winehouse, tres meses después de que falleciera en su piso de Camden, en Londres. Según el tribunal de St. Pancras Corner, Winehouse murió de manera “no intencionada” por un exceso de alcohol. En su cuerpo había 416 miligramos de alcohol por cada 100 mililitros de sangre, según se ha concluido. Es una cantidad de alcohol cinco veces superior a la tasa permitida en Reino Unido para conducir.
En el informe, se dice que junto al cadáver de Winehouse se encontraron tres botellas de vodka. La artista, en principio, se había rehabilitado así que tenía prohibido beber. La responsable de la investigación judicial, Suzanne Greenway, ha afirmado que la noche en que murió, Winehouse llevaba tres semanas sin beber alcohol ni consumir drogas. Por ello, “la ingesta de tal cantidad de alcohol tras tres semanas de abstinencia” provocó una “muerte accidental” y repentina de la artista.
El informe completo sobre la muerte de Winehouse da por finalizada la investigación judicial sobre el fallecimiento de la cantante. Su padre, Mitch Winehouse, ha sido el primero en conocer la noticia. Falta por ver si esto se incluirá en la biografía de Amy en la que trabaja.
Puffff.... llamarme conspiranoico, pero esta tía esta por ahí disfrutando de las ganancias que ha generado la venta de su disco tras la noticia de su muerte...
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