Robin Thicke y Pharrell tuvieron que
testificar en primavera por la demanda interpuesta contra ellos por el supuesto
plagio del hit Blurred Lines a Give It Up To You de Marvin Gaye. The Hollywood Reporter ha tenido acceso ahora a los documentos de esos testimonios, que no
los dejan precisamente en buen lugar.
Robin, quien hasta ahora ha insistido en
que es el co-autor de Blurred Lines, reconoció que su single más famoso es obra
de Pharrell. “Estaba hasta arriba de Vicodina y alcohol cuando llegué al
estudio”, admitió cuando le preguntaron por la producción. “Quería estar más
involucrado de lo que en realidad estuve. Nueve meses después se convirtió en
un gran éxito y yo quería llevarme algo de crédito, así que me convencí a mí
mismo de que aporté más de lo que hice. La verdad es que Pharrell tenía el beat
y escribió casi toda la canción él solo”. Aun así, él quiso llevarse parte del mérito
porque pensaba que “ayudaría a vender copias”.
Además, Robin reconoció que en 2013 tuvo “problemas
con el alcohol y las drogas”, llegando a decir que no hizo “ni una entrevista
sobrio” en todo el año. Considera que eso afectó a su matrimonio hasta el punto
de que su mujer Paula, como todos sabemos, le dejara.
Por su parte, Pharrell confirmó las
palabras de Robin afirmando que es algo habitual en el mundo de la música. “Eso
pasa cada día en la industria. La gente finge tener más autoría en las
canciones de la que en realidad tienen”, dijo. En el juicio, el productor
confesó que su homenaje al Got to Give It Up no fue intencionado y que cuando
trabaja con alguien se inspira en la energía que le transmite. Como anécdota,
Pharrell quiso dejarle claro al juez que sabe leer música, pero le costó ocho
intentos interpretar un pentagrama.
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