El regreso a la música de Lily Allen se
ha saldado con cifras decepcionantes. Apenas ha vendido 60.000 copias de Sheezus
en Reino Unido, donde despachó más de un millón de copias tanto de Alright,
Still e It’s Not Me, It’s You. Y los singles tampoco han corrido buena suerte,
especialmente el último que ha lanzado. URL Badman ha debutado esta semana en
un anecdótico puesto 93 en la lista británica. Lily ha hablado sobre esto con
el diario The Mirror.
“Lo primero con lo que volví fue Hard Out
Here y eso era importante para mí”, ha explicado. “Era una verdadera
declaración de intenciones, a pesar de que no lo podían poner en la radio
porque tenía demasiadas palabras feas. Creo que funcionó realmente bien. Y
entonces, mi management y la discográfica eligieron Air Balloon como sucesora y
pensé que empezar con algo agresivo y después ir por una dirección diferente…
La gente necesita saber qué es lo que se les ofrece”.
Lily, además, ha dicho que esta vez se ha
dejado guiar demasiado por otras personas, quizá porque ahora es madre. “He
confiado en otra gente, algo que normalmente no hago. Lo normal es que siga mi
propio instinto, pero quizá no confiaba tanto en él como en el pasado debido a
las hormonas”, ha comentado. Y ha zanjado el tema con una reflexión, aunque con
ganas de hacer más música. “Puede que las canciones no sean lo suficientemente
buenas esta vez. ¿Quién sabe? Solo sé que no puedo esperar para volver al
estudio”.
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