Con The Origin Of Love, Mika intentó calmar a ese niño vitalista e
hiperactivo que se dio a conocer en 2007. Pero ese acercamiento a nuevos
sonidos no funcionó comercialmente y dejó su carrera tocada. Al menos, aprendió
una lección: ponerse serio y madurar no significa volverse aburrido, como sucedía en aquel trabajo. O eso se
desprende de su cuarto disco, No Place In Heaven.
Talk About You recupera al Mika de Life In Cartoon Motion aunque más
contenido. Es un número vibrante y lleno de energía pero mucho más sutil. El
cantante no ha perdido de vista ese pop teatral que tanto le gusta y que ahora
controla para que no termine saturando. Ahí están Oh Girl You’re The Devil o No
Place In Heaven, donde aborda lo complicado que le resultó descubrir su homosexualidad
en una ambiente católico cerrado (“There’s no place in heaven for someone like me”, canta). All She Wants
también parece sacada de un musical con esas palmas y ese toque doo wop que
acompaña el divertido a la vez que amargo relato de Mika sobre la relación con
su madre y el no ser quien ella esperaba. No es el único momento agridulce del
álbum. Por mucho que Good Wife esté interpretada en clave humorística, hay
cierta tristeza en que el narrador se presente como posible pareja de un amigo
cuya mujer le acaba de abandonar y del que él está enamorado en secreto. Un
sueño imposible, vaya.
Donde no hay tanta felicidad y optimismo es en las baladas. Last Party es melancólica y
tristona por mucho que el intérprete anime a celebrar una fiesta ante un futuro
que podría ser poco esperanzador. Y Hurts habla sobre el dolor, aunque pasa más
desapercibida que la confesional Ordinary Man, de corte clásico.
Parece que Mika tiene las ideas claras con este disco, pero se le ha colado
alguna que otra composición que poco encaja con el resto. La impersonal Staring
At The Sun tiene un tímido y descafeinado poso dance, mientras que la escapista
Rio suena a descarte de su álbum de debut. Y eso que ha llovido desde entonces.
Mika ha recuperado en No Place In Heaven parte de la energía de sus primeros
años en la música y a la vez ha abordado temas menos alegres fruto de la
experiencia y del paso del tiempo. Y todo manteniendo un equilibrio. Porque en
este álbum conviven el Mika más divertido con el Mika más reflexivo sin que uno
moleste a otro. Esta vez sí, hay un trabajo de madurez bien entendida.
Nota: 6,7
Destacamos: Talk About You, All She Wants, Last Party
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¡Venga! la próxima crítica la del disco de Carly Rae Jepsen "E•MO•TION" y la del de Jason Derülo "Everything Is 4" :)
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