
Ghost Town sirve como avance del nuevo rumbo. De primeras, se echa en falta una explosión por algún lado, pero pronto descubrimos que eso es precisamente lo que evita este tema semiacústico y con un estribillo de silbidos. Esa es la tónica general del álbum. Números como The Original High, Another Lonely Night o The Light acercan a Adam a la pista de baile pero lo hacen de un modo elegante y natural y sacando partido a su voz sin que se exceda en esos gorgoritos que le han dado la fama.
Pero no solo de house vive Adam. Rumors, el dueto con Tove Lo, descoloca por su base urban, un género al que son ajenos. Sin embargo, al final funciona bien, sobre todo gracias al juego de voces entre ambos. No sucede lo mismo con la R&B Underground, que no acaba de encajar en el tracklist. Por su parte, la potente Evil In The Night incorpora unas guitarras Maroon 5. Queda mejor resuelta que Lucy, una canción que combina sintetizadores y guitarras –a cargo de un Brian May que obviamente debía aparecer en el álbum- y que en realidad suena a un artista jugando a ir de rockero en lugar de creérselo. Como única balada del disco está There I Said It, a la que Adam dota del halo de vulnerabilidad que necesita.
The Original High supone la inmersión de Adam en un terreno alejado de las extravagancias, un movimiento que le ha beneficiado. Este es un trabajo de contención tanto en producciones como en interpretación. El registro suave y calmado que suele olvidar en favor del amplio rango vocal que posee es un hallazgo. Se adapta, gracias a él, a temas que así lo requieren y que, por encima de todo, rebosan personalidad.
Nota: 7
Destacamos: The Original High, Another Lonely Night, The Light, Evil In The Night
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