Kelly Clarkson no abandona la eficacia de su fórmula en ‘Piece By Piece’

Puede que la música de Kelly Clarkson se mueva siempre en un terreno de probada eficacia, pero seis discos –siete, si tenemos en cuenta el navideño Wrapped In Red- después de su debut, sigue dándonos unas cuantas canciones de lo más entretenidas y capaces de quedarse en nuestra cabeza durante un tiempo. Piece By Piece no es una excepción.
Kelly vuelve a presentar un disco de pop con guitarras que no olvida los estribillos potentes y pegadizos. Ahí están Heartbeat Song, ese número synthpop perfectamente pensado para devolver a la cantante a las radios pop, o Dance With Me y Nostalgic, ambas con cierto toque ochentero a lo 1989 de Taylor Swift y candidatas a single.
Más allá de estos temas y de War Paint, un número pop-rock que intenta recuperar la esencia de All I Ever Wanted pero que se queda a medio gas, y de I Had A Dream, una especie de canción protesta que suena a relleno, lo que abundan son las baladas. Algunas (Someone, Tightrope) se quedan en una nadería, mientras que otras consiguen llamar un poco más la atención. Es un acierto que en el dueto con John Legend, Run Run Run, se haya contenido la música hasta su explosivo final. Y Piece By Piece nos acerca un poco más a Kelly, quien confiesa que ha superado el abandono de su padre y que ha recuperado la fe en los hombres buenos tras conocer a su marido y padre de su hija. Sirve, pues, como la continuación lógica de la desgarradora Because Of You.
La cantante, como la mayoría de artistas pop del momento, no ha escapado de Sia en este lanzamiento, una colaboración lógica si tenemos en cuenta que ambas han trabajado estrechamente con el productor Greg Kurstin durante los últimos años. La australiana de moda firma Invincible, un tema lleno de sintetizadores y cuerdas orquestales que suena tanto a ella como a Kelly gracias su impresionante interpretación. Su otra composición, Let Your Tears Fall, también es de esos números que destacan.
No hay lugar en Piece By Piece para los experimentos o las salidas de tono. Lo más cercano a ello que encontramos es Take You High, una canción con un estribillo lleno de efectos electrónicos y voces multiplicadas y retocadas que llega tras un in crescendo de cuerdas. Es lo más sorprendente que hay en este disco, en el que Kelly vuelve a jugar sobre seguro. Aun así, su fórmula continúa siendo capaz de ofrecer varios temas muy disfrutables y ella mantiene intacta su habilidad para defender todo tipo de canciones, incluso las más blandas.

Nota: 6,5
Destacamos: Heartbeat Song, Invincible, Take You High, Dance With Me
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