Tras ser despedida de X Factor USA
durante el periodo de castings de la primera temporada, Cheryl Cole denunció a
los productores del programa. Casi un año después de interponer la demanda, el
juez le ha dado la razón y ha sido recompensada por despido improcedente.
Cheryl firmó un contrato por dos
temporadas en el que se establecía que, aunque no participara, debía cobrar, lo
que implicaba una compensación económica en caso de ser despedida. Le pagaron
por la primera temporada –a pesar de participar solo dos semanas en la
grabación-, aunque no lo hicieron por la segunda, algo que ella reclamó y que
el juez ha considerado legítimo dado su contrato. Además, exigió una compensación por los gastos
de vestuario y el traslado a Estados Unidos. No se han dado detalles sobre la
indemnización, pero se dice que podría haber conseguido 1,5 millones de
libras.
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