El que fuera estrella
infantil a principios de los 2000, Aaron Carter, se ha declarado en la ruina, según
informa TMZ. El intérprete de éxitos como I Want Candy acumula unas deudas de más de
dos millones de dólares mientras que sus activos apenas superan los 8.000.
Aaron aún se dedica al
mundo del espectáculo. De hecho, ahora mismo se encuentra de gira. Sin embargo,
sus ganancias mensuales se quedan en un promedio de 1.998 dólares, aunque gasta
2.005.
Su representante, Steve
Honig, afirma que la deuda pertenece a su época de estrella infantil y que, por
lo tanto, aún no controlaba sus finanzas. Además, de eso hace más de 10 años,
de ahí que quiera que se anule para que su representado pueda pasar página.
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