Rihanna no se caracteriza
por ser demasiado puntual. Que se lo digan a los fans que han llegado a
esperarla una hora en alguno de sus conciertos. Pero no son los únicos a los que
tiene pendientes de ella. La cantante ha faltado a varias citas judiciales, lo
que ha hecho que la acaben multando con 47.050 dólares.
Lo peor del caso es que
eran juicios que ella misma había iniciado. Rihanna demandó a sus antiguos
contables por no administrar bien sus ganancias. Sin embargo, los contables han
acabado demandándola a ella por no presentarse a los tribunales cuando la
llamaban, teniendo que hacer frente ellos a los gastos de un proceso que la
artista está alargando. El juez les ha dado la razón.
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