La noticia de que Norah Jones estaba trabajando en su nuevo
disco únicamente con Brian Burton, más conocido como Danger Mouse y cuyas
producciones incluyen El Camino de The Black Keys, pilló por sorpresa. Norah ya
había colaborado con él en el disco Rome. Sin embargo, esa unión parecía
puntual debido a que, en principio, los dos músicos tienen estilos diferentes.
Pero Little Broken Hearts, el quinto álbum de Norah Jones, demuestra que han
sabido compenetrarse a la perfección. La cantante, sin perder su esencia, se
adentra en nuevos sonidos en los que predominan las guitarras, los
sintetizadores y la percusión. Todo ello gracias a Danger Mouse. Y como hilo argumental, el desamor. Norah se ha
inspirado en su reciente ruptura con un escritor de ficción cuya identidad se ha
mantenido en el anonimato.
Good Morning es una magnífica forma de introducir al oyente
en este disco introspectivo. La canción incluye dos melodías que transcurren en
paralelo. Por un lado suena una nana interpretada por un cautivador piano,
mientras que por el otro aparece una guitarra sobre la que Norah explica cómo
se siente al saber que su novio ha estado toda la noche fuera. Quizá la
continuación perfecta para la supuesta traición es decirle adiós al chico. Eso
es lo que hace en Say Goodbye, un perfecto tema funky con ritmos orientales. De
lo más animado del disco. Pero, a pesar de todo, Norah tiene el corazón roto,
como cuenta en la vengativa, oscura y algo country Little Broken Hearts. En
She’s 22, por mucho que le desee la felicidad a su ex, suena triste y
melancólica. Igual que en la emocional Take It Back, cuyo tramo final supone
uno de los mejores momentos del disco.
En After The Fall, las cuerdas refuerzan la decepción de
Norah al recordar la relación antes de romper. Por su parte, en 4 Broken Hearts
vuelve a los corazones rotos: esta vez son cuatro las personas que acaban mal
por culpa de una “affaire”. La cantante demuestra en esta composición jazz que
puede sonar sensual. Travelin’ On, con un cello de lo más destacable, presenta
el lado más intimista de Norah, mientras que en la animada Out On The Road la
cantante habla sobre huir sin preocuparse del destino. Una forma de cortar por
completo una relación. Precisamente en la siguiente pista, Happy Pills, Norah
le pide a su ex que la deje marcharse. Todo ello sobre una pegadiza base con un
toque blues. Este magnífico single es la mejor forma de presentar el disco ya
que muestra el cambio de sonido por el que ha apostado Norah. Aunque a estas
alturas parece que la cantante intenta superar la ruptura, Miriam demuestra que
todavía no es así. Con una melodía oscura, la artista explica que desea matar a
la nueva novia de su ex. Pero el disco tiene un final esperanzador con All A
Dream. Un tema, quizá demasiado largo, con una marcada presencia de bajo en el
que Norah confía en recuperarse del desamor.
Little Broken Hearts supone un gran avance para Norah Jones.
Aunque hasta el momento había experimentado en otros álbumes, siempre jugaba
sobre seguro. Aquí ha arriesgado al salirse de su zona de confort. Y la apuesta
le ha salido bien. El resultado es un estupendo disco que podría servir de
banda sonora para una película sobre el desamor en la que cada canción representara
una escena.
Nota: 8,2
Destacamos: Say Goodbye, Little Broken Hearts, Take It
Back, Happy Pills
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