Marina And The Diamonds entretiene sin más con ‘Electra Heart’

Marina Diamandis, o Marina And The Diamonds, reconoce que quedó insatisfecha con la repercusión de su debut, The Family Jewels, ya que no le dio la fama que esperaba. Por ello, para su segundo disco, Electra Heart, ha buscado un sonido con el que asaltar las listas. Basta con escuchar el primer adelanto, Radioactive, que desgraciadamente ha sido relegado a la edición deluxe. Marina presenta este trabajo como un disco conceptual: Electra Heart es un personaje contrario a lo que representa la cantante y el proyecto, que pretende reflejar el lado corrupto de la ideología americana, está construido en torno a varios arquetipos de mujer. Palabrería y más palabrería sobre un álbum cuyo concepto queda difuso y que resulta pretencioso si tenía que reflejar todo lo que se ha dicho sobre él. Es mejor olvidar todo esto y escuchar Electra Heart como un disco de electropop sin más.
Primadonna, el primer single, deja claro el cambio de rumbo de Marina And The Diamonds. La cantante ha recurrido a Dr. Luke, quien le ofrece una producción que podría pasar por un tema de Katy Perry. Sin embargo, la voz de Marina y la letra –se encuentra aquí el arquetipo de mujer vanidosa y coqueta- le dan personalidad. El productor también se encarga, junto a Diplo, de Lies, una balada dubstep con una base escuchada antes en la que aparece el arquetipo de mujer casada que no es querida.
Lo facilón de Primadonna se repite en la adictiva Bubblegum Bitch. Breve, directa y divertida. La misma potencia tiene Homewrecker, en la que Marina habla de las mujeres destroza-hogares (otro arquetipo de mujer). La cantante muestra un amplio registro vocal en este tema en el que sobresale el explosivo estribillo. Compite en grandilocuencia con The State Of Dreaming, cuya melodía coge fuerza a medida que avanza incorporando incluso unas campanas. De lo más teatral e interesante del disco.
Como ya había hecho en Oh No! de su debut, Marina vuelve a contar con Greg Kurstin. Lo malo es que no ha firmado sus mejores trabajos. Starring Role empieza como una balada triste y despega en el estribillo, lo mejor de la composición. Sin embargo, la base y producción no destacan demasiado. Por su parte, Power & Control y Living Dead suponen un electropop oscuro y noventero que se escucha fácilmente pero no resulta especialmente destacable.     
Las baladas se concentran al final. El tándem Teen IdleValley Of The Dolls aburre. La primera, una balada sobre adolescentes que no encajan en la sociedad (¿recordáis lo de los arquetipos?), sería más interesante si el nivel de la letra, en la que por ejemplo habla de quemar la Biblia, se extendiera a toda la composición. La segunda directamente no destaca. En cambio, Hypocrates resulta un poco más interesante por la nostalgia que desprende. El gran acierto es acabar con Fear And Loathing, ya que permite remontar el último tramo del álbum. Una canción oscura y honesta en la que todo el peso recae sobre la voz de Marina.
Electra Heart puede acercar a Marina And The Diamonds a las listas de ventas, ya que tan solo se ha dedicado a seguir lo que toca ahora. Pero su fijación por hacer un álbum conceptual ha hecho que en ocasiones deje de lado las canciones en sí, quedándose algunas a medio gas. Aun así, no se puede negar que Electra Heart es un disco entretenido con unas buenas letras.   

Nota: 6,7
Destacamos: Bubblegum Bitch, Homewrecker, The State Of Dreaming, Fear And Loathing
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