Después de tan solo dos discos, el sonido y la fórmula de The Fray se habían hecho demasiado repetitivos. Ese fue el mayor reproche que recibieron de la crítica con el anterior The Fray. Quizá por ello han cambiado de productor para su nuevo álbum, Scars & Stories. El elegido ha sido Brendan O’Brien, conocido por sus trabajos con Bruce Springsteen, Pearl Jam y Rage Against The Machine. O’Brien debía darle un sonido más contundente a la banda. En principio, ha conseguido alejarlos un poco del piano, que se había convertido en el elemento principal del grupo, y ha potenciado su lado rock. El cambio ha sido acertado, aunque The Fray repiten antiguos errores en las nuevas composiciones.
El primer single de Scars & Stories, Heartbeat, es un tema enérgico y más o menos memorable que muestra ese sonido más rock. Aun así, la banda no arriesga y no se aleja mucho de lo ofrecido en sus anteriores singles. En cambio, las guitarras predominan realmente en otros cortes del álbum. Se trata de la destacable The Wind, la repetitiva pero acertada Here We Are y la canción de carretera 48 To Go, que resulta algo anodina. Sin duda, el mayor acierto en este nuevo rumbo es Turn Me On. El bajo, presente desde el principio, consigue una de las mejores melodías del disco.
Scars & Stories no será el álbum que evite las continuas comparaciones de The Fray con Coldplay. Los de Denver presentan varias canciones con una estructura similar a las composiciones de los británicos. Quizá escuchar a los responsables de Viva La Vida les haya influido o todo sea una simple coincidencia. De cualquier modo, es inevitable pensar en Coldplay en temas como The Fighter o 1961, cuyos estribillos les hacen perder cualquier posibilidad de ser recordados. Mejor funciona Rainy Zurich, también con cierto regusto británico, que hace de su sencillez su mayor virtud.
Por mucho que la banda explore nuevos territorios, esto es un disco de The Fray, así que no pueden faltar las baladas a piano. Y una vez más, tienen poco que aportar. Run For Your Life y I Can Barely Say resultan de lo más típicas. A medio camino entre la balada y un intento de himno potente está Munich. La canción empieza muy bien gracias a esa instrumentación clásica que da paso a un potente sonido. Este tema será uno de los grandes momentos en los conciertos de la banda. El disco se cierra con mucha calma. Be Still presenta al cantante Isaac Slade solo junto al piano. Todo muy sereno, tranquilo y olvidable.
Scars & Stories es tan solo una pequeña evolución de The Fray. Aunque parece que la banda pretendía ir más allá en el nuevo disco, los avances han sido muy tímidos. Quizá una apuesta firme por este nuevo rumbo con más guitarras le sentaría mejor al grupo. Al final, vuelven a presentar composiciones que se podían escuchar en su disco debut. Pero eso les va bien a los responsables de los dramas de la televisión estadounidense quienes se están frotando las manos mientras eligen las canciones de Scars & Stories que meterán en sus series, como han hecho anteriormente con The Fray.
Nota: 6
Destacamos: Heartbeat, Turn Me On, Munich
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