Señoras, señores feliz Navidad y sean felices. Este sería un magnifico titular para cerrar el One Hot Wonder que nos acontece hoy mismo. Sin duda, un canción de poco relumbrón y letra poco “imaginativa”, pero eso sí, pegadiza. Se puede decir que se trata de una de esas canciones capaces de quedarse dentro de nuestra cabeza para siempre, Don’t Worry, Be Happy.
Bobby McFerrin fue el artista de una canción fácilmente reconocible por todo aquel que se haya curtido con todo tipo de canciones y hayan visto mucha televisión, se trata de una canción utilizada en multitud de campañas publicitarias y series de televisión. Fue la banda sonora de la película Cocktail protagonizada por Tom Cruise. McFerrin, cantante a capela, muy curtido en el jazz y el mundo orquestal, posee un rango vocal de cuatro octavas, habilidad que le permite alcanzar registros musicales inusuales. Esta característica lo ha convertido en un colaborador asiduo de bandas sonoras de películas y series de televisión donde su voz era usada como efecto sonoro, a destacar The Cosby Show o el film El hijo de la Pantera Rosa.
El cantante neoyorkino ha trabajado multitud de registros, pero su único gran éxito musical ha sido Don’t Worry, Be Happy. El origen de dicha canción parte de la expresión que siempre pronunciaba el gurú indio Meher Baba. Dicha expresión siempre salía de los labios de Baba y llegó al punto de popularizar unas postales con su cara y la frase Don’t Worry, Be Happy. Fue McFerrin quien conoció la frase por una de las postales que vio en 1988 en un cartel dentro el apartamento de la banda Tuck & Patti de San Francisco. La frase le inspiró tanto que ese mismo año publicó el sencillo como una canción de humor.
El videoclip de la canción es interpretado por el mismo McFerrin y la colaboración de los humoristas Robin Williams y Bill Irwin. Des de su salida al mercado rompió todos los records. Se colocó durante dos semanas en el número 1 de la Billboard Hot 100, fue la primera canción a capela de la historia que lo consiguió. Alcanzó el segundo puesto de la UK Singles Chart y fue una canción escuchada en medio mundo. En 1989 recibió, el premio Grammy a la Canción del año, a la Mejor grabación del año y el premio a la Mejor interpretación vocal. Como apunte, se difundió de manera infundada el suicidio de su compositor en 1992, cosa que nunca pasó, así como que el verdadero autor era Bob Marley, tampoco cierto.
Muchas veces la sencillez de una canción es capaz de desbancar multitud de éxitos, es mejor no complicarse la vida y seguir los postulados del maestro gurú Meher Baba. Así que recordad, no os preocupéis y sed felices.
Bobby McFerrin - Don't Worry, Be Happy
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